Desde el fin de la guerra fría caracterizada genéricamente por la confrontación política y la competencia por la primacía militar y termonuclear entre los EE.UU la URRSS y sus respectivos aliados, el hecho más conmocionante es la irrupción de la CHINA continental como actor de peso en el tablero inicialmente asiatico, pero actualmente a escala planetaria.
El hecho indudable al presente es que afectará a corto plazo a todos los estados, estén o no agrupados en alianzas regionales. No resulta una audacia entonces concluir que todos también deberán tomar en cuenta las vinculaciones político, comerciales y aun militares con China como una pieza clave para insertarse con algún poder de decisión en el mundo que se avecina.
No escapa la República Argentina a los alcances de esta conclusión ( * )
El proceso que ha llevado a CHINA a este crecimiento presente tiene sus anuncios en algunas décadas anteriores, en las cuales se ha ido consolidando internamente primero en el dominio total de su hinterland mediante la conexión por vías de comunicación caminera y ferrocarrilera cada vez más desarrolladas. Para proyectarlas luego hacia las rutas de todo Asia y más tarde hasta la misma EUROPA. Lo cual le ha abierto las posibilidades de colocación de su vasta producción industrial en el occidente europeo, generando gran preocupación el arribo de tan importante competidor.
La consolidación de su alianza con RUSIA a través de acuerdos comerciales y pactos militares ha configurado el cimiento del actual BLOQUE EUROASIÁTICO lo que le ha permitido acceder a través de territorio ruso a los puertos de Europa por vía de sus ferrocarriles, enlazándose sus flotas comerciales por enclaves portuarios en casi todos los océanos. Lo cual a su vez gradualmente ha elevado la tensión geopolítica y militar en los Océanos ÍNDICO y PACÍFICO convertidos en la posible primera área de confrontación. (**)
En el pasado mes de febrero el propio jefe de gobierno chino ratificó en persona los compromisos de “soberanía y seguridad” que unen a ambos países.
Un repaso cartográfico comparativo del despliegue comercial y militar marítimo de CHINA en el océano Índico permite inferir con razonable certeza en qué sentido continuará el mismo en el inmediato futuro con aceptable certeza.
Alguna vez, no hace demasiado tiempo, la anterior administración republicana estadounidense de TRUMP emprendió en su política de confrontación a CHINA una GUERRA COMERCIAL que devino en rotundo fracaso ante a la enérgica respuesta que adoptó el gobierno chino (***)
La actual administración demócrata de BIDEN se enfrenta a una crisis económica interna tanto como a la disputa político diplomática con el BLOQUE EURASIÁTICO. Cuando estas líneas se transcriben se enfrenta también a una serie de advertencias por parte de CHINA que implican una elevación clara de la temperatura internacional. Cuando aludiendo al apoyo que EE.UU expresa al gobierno de TAIWÁN refiere a través de su ministro de guerra que: «Si alguien separa a Taiwán de CHINA el ejército iniciara una guerra, cueste lo que cueste”.
Y el propio ejecutivo chino a través de la Comisión Militar Central con fecha 15 de junio refrendo una Directiva específica de 59 artículos referida minuciosamente a las disposiciones que deben adoptarse en caso de que acontezca o una guerra, o no, respecto a la población propia.
( * ) “Argentina debiera negociar con ambos Estados por sectores, siguiendo la mejor alternativa acorde los intereses del país, sin alineamientos automáticos u oposiciones totales, considerando la complejidad actual del mundo” RECOMENDACIONES (lit.)
“EE.UU-CHINA La arquitectura del próximo escenario global y su impacto sobre la Argentina” Instituto de Estudios Estratégicos y de Relaciones Internacionales ( IEERI) Publicación del Congreso de la Nación Argentina
(* *) MANGRULLO AL SUR noviembre 2021 “Frente al mundo en cambio”
( ***) MANGRULLO AL SUR noviembre 2021 “¿Qué ha pasado con la guerra comercial de EEUU contra CHINA” Sergio Rodriguez Gelfenstein