ARTICULOS PROPIOS

LA PATAGONIA CENTRAL EN LAS DOS GUERRAS MUNDIALES DEL SIGLO XX. PARTE II

LA ODISEA DE LOS EVADIDOS DEL DRESDEN

El crucero liviano SMS DRESDEN logró eludir su destrucción junto con la flota imperial alemana frente a Malvinas y retornó al litoral Pacífico de Chile, adónde se mantuvo navegando y ocultándose en las caletas costeras con una relativa seguridad, aunque siempre bajo la persecución de varias naves inglesas.

Durante tres meses pudo mantenerse oculto aprovechando las entradas y caletas que existen en la costa austral de Chile y abasteciéndose de víveres por contactos esporádicos con la escasa población del lugar. En este menester intervenía un oficial subalterno de inteligencia, el Teniente Wilhelm Canaris, que tenía algún conocimiento del castellano. Pero el Capitán del DRESDEN Fritz Ludecke no ignoraba que el tiempo de la nave estaba contado y que llegado el caso debería decidirse entre combatir en desventaja o rendir la nave. Diversas versiones encontradas dan cuenta de que el DRESDEN disponía de una modificación técnica en su planta motriz que le permitía aventajar en algunos nudos de velocidad a los cruceros británicos del mismo porte. Esa circunstancia explica porqué en relación a este secreto era necesario evitar que la misma cayera intacta en poder del enemigo, sea que ello ocurriera por daños en el combate o por el hundimiento provocado por la propia tripulación.

DRESDEN
El DRESDEN con bandera de parlamento en la Bahía Cumberland de la Isla de Más a Tierra del Archipiélago de Juan Fernández

Finalmente, el 15 de marzo de 1915 el DRESDEN fue ubicado y cercado por los cruceros británicos HMS GLASGOW, HMS KENT y el crucero auxiliar artillado ORAMA en cercanías de la isla Más a Tierra, en el Archipiélago de las Islas Juan Fernández, de jurisdicción chilena suscitándose una escaramuza inicial con intercambio de disparos.

La contienda fue brevemente interrumpida en virtud de un pedido de parlamento hecho por Ludecke con el izamiento de bandera blanca y comisionándose al Teniente Canaris a fin de que arreglara una tregua con los ingleses ya que se encontraban en aguas de un país neutral. Pero al no llegarse a ningún acuerdo, el combate se reanudo produciéndose nueve muertos y varios heridos en el DRESDEN, incluyendo al Capitán y el segundo comandante Wieblitz. En esas circunstancias y ante la inminencia de un abordaje, LUDECKE dispuso el minado de la nave y la apertura de las válvulas de la sentina para que se hundiera.

Toda la tripulación alemana en sus botes de salvamento fue tomada prisionera, mientras el crucero naufragaba ante la vista de los presentes, fueran británicos, alemanes o chilenos.

dresden hundiéndose
Hundimiento en secuencias del DRESDEN imágenes tomadas y difundidas por fotógrafos de la prensa chilena

Con la destrucción del DRESDEN culminaba la secuencia de   enfrentamientos iniciado en Coronel y continuados en torno a Malvinas, dejando en la pugna entre los dos imperios extracontinentales como vencedor al imperio británico y también como único detentador del control del paso interoceánico Atlántico Pacífico.

Islas Juan Fernández Bahía Cumberland
Islas Juan Fernández Bahía Cumberland

La suerte de los prisioneros alemanes combatientes en aguas de un país neutral como Chile, implicaba un régimen de internación controlada de los mismos por el resto del conflicto, el que debía cumplirse en la isla Quiriquina frente a Talcahuano bajo tutela de las autoridades chilenas.

Oficiales alemanes del DRESDEN: al centro el Capitán Fritz Ludecke, a su izquierda el Teniente Wilhelm Canaris

Los heridos del combate fueron asistidos en Valparaíso y fueron trasladados posteriormente en sucesivos grupos al lugar de confinamiento. Se destaca entre los convalecientes al Teniente Karl Richarz por heridas recibidas en el rostro, hombre con ascendiente sobre los subordinados de distintas jerarquías.

En cuanto a Canaris, mientras era trasladado a Valparaíso en un barco pesquero través de un compatriota alemán, de los muchos que se acercaron a prestar solidaridad a la tripulación, mediante un ardid pudo eludir la vigilancia de las autoridades chilenas y haciéndose llevar a tierra en un bote, logró escapar. Advertidas más tarde las mismas de la situación no pudieron determinar su paradero posterior. Sus biógrafos recién recuperan su pista cuando varios meses después se presentó en Buenos Aires a las autoridades consulares germanas de Argentina.

El oficial evadido explicaría que a través de contactos que los compatriotas de Chile le brindaron había cruzado solo a caballo la cordillera, siendo hospedado en Argentina por residentes alemanes de Río Negro, para reanudar luego su recorrida por el interior argentino el que abarcó las provincias de Mendoza, Córdoba y del litoral fluvial.

Al tomar contacto con las autoridades diplomáticas de su país en Buenos Aires, por su intermedio obtuvo un pasaporte chileno fraguado con el nombre de Reed Rosas, como si fuera un ciudadano anglo chileno. Embarcado en un buque británico con rumbo a Holanda, atravesó el Atlántico hasta Europa en plena guerra. Al no conseguir el ingreso a Alemania desde allí continuó su viaje hasta España, donde recién pudo presentarse ante las autoridades consulares de su país.

Reintegrado al servicio naval comando un sumergible, con el que intervino en el hundimiento de varias naves británicas en el Atlántico, pero aún y a pesar de ello nunca abandonó su vinculación a la inteligencia militar.

Tte. Canaris
De derecha a izquierda: el Teniente Canaris de la Armada Imperial en 1915 y el mismo en 1935 al acceder al grado de Almirante de la Kriegsmarine

La experiencia y los conocimientos geográficos obtenidos a partir del contacto con la realidad sudamericana, especialmente en las tierras australes de Chile y Argentina incluidos el idioma y la idiosincrasia de sus pueblos fueron de gran importancia para el Servicio de Apoyo y Aprovisionamiento Naval en tiempos de Paz o Guerra, ETAPPENDIENST según su nombre alemán  que era un organismo creado en 1911 y que fue conducido por Canaris en la última etapa de la guerra.  A la finalización de la misma el organismo fue disuelto, pero sus archivos y registros desaparecieron y nunca fueron vistos ni inspeccionados por los vencedores.

Además, como parte de las indemnizaciones de guerra, un importante número de naves de la marina imperial fue reclamada por pedido especial británico, pero sus tripulaciones antes de entregarlas hundieron en 1918 a la mayoría ellas en cercanías del puerto inglés de Scapa Flow.

El resto de la tripulación del DRESDEN confinada en la Isla Quiriquina fue tomando actitudes disímiles. Algunos se aquerenciaron con el lugar y se adaptaron al mismo para nunca regresar a Europa. Otros, como el Capitán Fritz Ludecke entre ellos, regresaron al final de la guerra a Alemania para seguir cumpliendo tareas de servicio naval.

Un grupo reunido en torno a la conducción del Teniente Karl Richardz, elaboró discretamente un plan para retornar a Alemania. Este grupo se engrosó subrepticiamente más tarde con otros marineros fugados de la fragata escuela de la marina mercante alemana, denominada HERZOGIN CECILIE, la que también estaba internada en Chile, pero en la localidad de Coquimbo y que tenían mayor experiencia en la navegación a vela. Con ese plan y con algunos fondos aportados se le compró a un comerciante alemán llamado Carlos Oelkers una vetusta barcaza a vela a la que se le reforzó el casco, se le llenó la bodega de maderas a fin de mejorar la flotabilidad y se le emparchó el deteriorado velamen. Con la excusa de cumplir un transporte de maderas al Callao se la hizo partir con una tripulación ficticia de americanos para no despertar sospechas, hasta un paraje convenido cerca de Ancud en la isla Chiloé, donde se sustituyó a la misma por los tripulantes alemanes, con fecha 3 de diciembre de 1916 la barcaza llamada RÍO TINTO emprendió el viaje hacia el sur con la intención de cruzar el Cabo de Hornos y acceder al Atlántico con rumbo a Europa.

Dibujo de “La proeza de la TINTO” de Fernando Lizama Murphy -25 feb 2016
Dibujo de “La proeza de la TINTO” de Fernando Lizama Murphy -25 feb 2016

Al tomar conocimiento las autoridades chilenas enviaron en su búsqueda a diferentes unidades de la armada, pero la búsqueda resultó infructuosa. En virtud de que la representación diplomática británica, salvo en los primeros momentos, no mostró mucho interés en la captura, se fue abandonando lentamente la búsqueda.

Probablemente se dudó de las posibilidades de que la barcaza tuviera éxito en la empresa.

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La barcaza improvisadamente convertida en crucero de alta mar atravesó el paso del Cabo de Hornos y sucesivas tormentas en el Atlántico Austral. Y como después lo reconocieron los mismos tripulantes en todas ellas estuvieron en riesgo de naufragio, pero pudieron salir adelante.
Al acceder a aguas más calmas fueron interceptados reiteradamente por navíos de guerra británicos, aunque dado el estado visiblemente deteriorado que presentaba la barca nunca fue abordada, bastando la comunicación con banderas que nunca levantaron suspicacias acerca de la identificación que brindaban. Casi siempre como un navío de cabotaje transportando carbón o madera utilizando diferentes banderas neutrales, fueran estas brasileñas o noruegas.

Dibujo de “Crónicas de Lukas” artículo: “Tras la barca de las mil banderas”. Renzo Pecchenino Raggi Edición 2001
Dibujo de “Crónicas de Lukas” artículo: “Tras la barca de las mil banderas”. Renzo Pecchenino Raggi Edición 2001

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En una sola oportunidad a la altura de las Islas Canarias llevando una bandera noruega como identificación, se dieron de frente con un destructor inglés y fueron interrogados acerca de haber visto a un “navío de vela de nombre Tinto” huido de Chile hacia un tiempo. A lo que se respondió que un centenar de millas más atrás habían visto a la distancia un velero sin aportar mayores precisiones, con lo cual el buque inglés se alejó en la dirección indicada.

A la altura del Skagerrak cerca de Dinamarca, con víveres racionados y sin agua, ante la proliferación de naves de guerra británicas y siendo imposible el acceso a aguas alemanas debieron desviarse hacia aguas noruegas, llegando finalmente a Trondheim el 31 de marzo de 1917 a remolque de un vapor noruego en virtud de la absoluta falta de vientos favorables.

A casi cuatro meses de haber partido de Chile y a algo más de dos años del hundimiento del DRESDEN la odisea terminaba luego de recorrer a vela quince mil millas marinas, dejando a la semidestruida Barca Río Tinto, todavía a flote, fondeada en un espigón noruego.

El viaje continuó más tarde en barco hasta Dinamarca y por tren hasta el puerto alemán de Kiel donde sorprendidos los recibieron las autoridades navales germanas.

La supervisión por cuenta propia de buques británicos en las aguas del Atlántico Sur se mantuvo durante todo el conflicto, alcanzando a navíos de todas las banderas, incluyendo a la Argentina.

El episodio más sonado por aquella época lo constituyó la detención del buque de transporte PRESIDENTE MITRE a la altura del Cabo San Antonio en la costa litoral Atlántica Argentina, hecho ocurrido el 30 de noviembre de 1915, el que fue cumplido por el crucero auxiliar artillado HMS ORAMA con el posterior traslado ilegal al Puerto de Montevideo con una dotación de presa, sin que mediara ninguna explicación al gobierno ni a los marinos argentinos.

El gobierno argentino interpuso una enérgica protesta ante Londres y la prensa nacional contribuyó a elevar el malestar público el que no tardó en llegar a las calles con actos callejeros y manifestaciones. Igualmente, la situación no se modificó y el barco con su tripulación permaneció aguas afuera de Montevideo, bajo la interdicción del HMS ORAMA.

La tensión fue elevándose y dio lugar a intensos debates parlamentarios en el Congreso Argentino, incluso se mencionó la necesidad de una respuesta más dura, incluyendo la suspensión de relaciones diplomáticas y represalias en intereses británicos en el país hasta que diferentes personalidades británicas radicadas en la Argentina instaron a su gobierno la necesidad de una explicación para llegar a un pronto desenlace de la situación.
Recién entonces el gobierno de Londres explicó que la medida había sido adoptada porque se suponía que el navío argentino transportaba repuestos y maquinaria naval para la reparación de submarinos, sobre lo cual no abundó en detalles ni aportó pruebas.

El Presidente MITRE era un navío de cabotaje que cumplía el abastecimiento de los asentamientos costeros de la Patagonia Argentina siendo de propiedad de la Empresa Naviera Hamburgo Sudamericana de capitales argentinos y alemanes, pero radicados desde mediana data en el país. Su personal desde el capitán, oficiales y casi las dos terceras partes eran argentinos, españoles y tan sólo llevaba diez marineros alemanes, siendo su carga al momento de la captura elementos para la explotación agropecuaria, partes para el asiento de una estación meteorológica, sacas de correspondencia y algún ganado en pie para reproducción.

De la misma forma en que el hecho se había producido y sin ninguna aclaración el ORAMA dio por terminado el incidente que había desencadenado y abandonó

“La proeza de la TINTO” de Fernando Lizama Murphy -25 feb 2016

las aguas cercanas a la costa oriental partiendo con rumbo al sur. Luego se sabría que se había unido a las naves que partían hacia el Pacífico en busca del DRESDEN.

La detención del Presidente MITRE se había prolongado por un mes, tiempo por el cual estuvo demorado el abastecimiento de las poblaciones patagónicas, que recién se normalizó bien avanzado el año entrante. CONTINUARÁ…

 

Carlos Alberto MORENO JUAREZ

Abogado – Responsable Zona Sur del Instituto Superior Arturo Jauretche

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