LA COLUMNA DE PEREYRA MELE

EL FACTOR SARAJEVO

…El Factor Sarajevo…En nuestra columna semanal de Geopolítica, que se difunde desde hace 16 años en la Radio del Club de La Pluma, el Director de Dossier Geopolitico DG, analiza esta semana varios evento que ocurrieron y la gravedad de llevar al mundo al borde del Armagedón y los resultados y los efectos de la Reunión del G20 en Bali y una Cumbre climática con más pena que gloria.

La semana que vivimos peligrosamente el Sr. instalado en Kiev y que funge de Presidente de Ucrania Volodymyr Zelenski que actúa cada dia mas peligrosamente aún para los propios sostenedores que no son otros que EE.UU y Europa intentó hacer un “casus bellis” , reeditando el caso del Asesinato del Príncipe heredero a la Corona Austro Húngaro en la Ciudad de Sarajevo en 1914 –crimen de Estado donde muere el Príncipe Franz Ferdinand y a su esposa Sophie, y que fue el elemento disparador para que todas las Potencias y Países Europeos en principio, se enfrascaran en la Trágica “I Guerra Mundial”-.

Este Factor Sarajevo estuvo a punto de reeditarse está vez por las actitudes de varios países de Europa del Este (Polonia y Ucrania) principalmente, para introducirnos está vez a una Guerra Mundial de dimensiones apocalípticas… Como es sabido el martes pasado dos misiles de tipo S300 (misiles antiaéreos de la era soviética de los que dispone Ucrania) cayeron dentro de Polonia y causaron la muerte de dos civiles inmediatamente Zelenski con gran uso de los medios de comunicación masivos occidentales acusó a Rusia de ser el agresor a un País de la OTAN y solicitó la inmediata intervención (recordemos que este Sr. ya había solicitado a las potencias atómicas occidentales que realizaran un ataque “nuclear preventivo sobre Rusia», por su parte el mandatario polaco Andrzej Duda en las primeras 24 hs. del incidente solicitó una urgente reunión del Consejo de Seguridad y Defensa Polaco y que invocar los art. 4 y 5 que prevén una respuesta en masa de la Alianza en defensa de uno de sus miembros agredido. Todo esto ocurrió mientras en Bali se desarrollaba la Reunión del G20. Allí rápidamente fue informado Joe Biden del incidente y “sus” servicios de inteligencia le informaron que primero no había ningún dato que corrobora del supuesto ataque Ruso a Polonia y segundo que existía una alta posibilidad de que fueran misiles ucranianos los causantes de los daños y muertes de civiles en Polonia.

Ahora bien, es importante destacar que una de las medidas que desescaló el intento de llevar adelante el “factor Sarajevo” fue justamente la reunion el dia lunes anterior: de William Burns, de la CIA, y Serguéi Naryshkin, Jefes de los servicios secretos rusos y norteamericanos, que se reunieron en Ankara (Turquía), en el primer encuentro cara a cara y de alto nivel entre los dos países desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania. Y que permitió con rápidos intercambios de información anular el “vil” intento de Ucranianos y Polacos de llevarnos de las narices al holocausto nuclear con su maléfico juego del “factor Sarajevo S XXI”. Hoy ya se sabe que los misiles SI eran UCRANIANOS y que Polonia recien 48 hs después lo reconoció públicamente y que Zelenski recién 72hs a regañadientes y por presiones fortísimas de Jake Sullivan y por el presidente de EEUU Joe Biden ni siquiera le atendio el telefono rectificó sus gravísimos dichos…Por ello decimos que con este intento de Factor Sarajevo fue la semana en que peligrosamente vivimos al borde de un holocausto de toda la raza humana.

GEOPOLÍTICA Y GEOECONOMÍA 

El otro gran tema que ocupó la semana y que va a tener grandes efectos cercanos y con grandes cambios geopolíticos y geoeconómicos fue la reunión del G20 en Bali (Indonesia). Donde descolló la presencia de un Presidente de China Xi Jinping totalmente fortalecido política y estratégicamente en este Foro y Formato del que ya mucho lo consideran que próximamente perderá importancia (como lo es hoy el G7) por el Formato BRICS+.

En este encuentro Xi Jinping tuvo un cara a cara con Joe Biden donde se plantearon las “líneas rojas” Chinas. Y donde se empiezan a ver que el Sur Global empieza a ser cada dia mas fuerte y presente. China=ASEAN por ejemplo; o la reunión de Erdogan (Turquía) con Biden (USA) donde se destaca que el socio que tenía USA en Asia Sudoccidental cada dia es menos maleables a los dictados de Washington y actúa con más libertad y geopolíticas propias y no como de la OTAN a pesar de ser parte de esa estructura. Está reunion bien mostro ademas que el gran ausente estaba más presente que nunca nos referimos a Vladimir Putin y también demostró que el Sur Global no acompaña automáticamente ni ciegamente las decisiones unilaterales que asume Occidente pues ya el multipolarismo se ha impuesto a la hegemonía de USA y el G7.

«El Factor Sarajevo…que desencadenó la I Guerra Mundial»
Erdogan Biden Bali vía REUTERS
Presidente Chino Xi Jinping y de Estados Unidos Joe Biden en Bali G20 2022

Nota Relacionada

SARAJEVO 1914:

LAS DOS BALAS QUE DESENCADENARON UNA HECATOMBE

Hace más de un siglo, el 28 de junio de 1914, en pleno verano europeo en la ciudad de Sarajevo (la que por entonces era un protectorado dirigido por el Imperio Austrohúngaro y sordamente resistido por la población serbia), un grupo nacionalista que se suponía dirigido por una organización secreta conocida como la Mano Negra, intento volar con explosivos al Archiduque Francisco Fernando el heredero de la corona imperial austrohúngara. El visitante había concurrido en visita oficial a la ciudad con su esposa y una reducida comitiva.

 

El intento explosivo inicial fracasó, ocasionándose una confusión por el estallido. Aprovechando ese momento y a raíz de un desvío en la ruta de la comitiva uno de los conjurados se encontró inesperadamente de frente con la pareja real en su vehículo descubierto. Con una rápida reacción extrajo su arma y disparó dos veces sobre ellos, antes de ser reducido casi de inmediato por las autoridades, pero ya era tarde. La esposa estaba encinta resultando alcanzada en el vientre y el heredero fue herido en la yugular, ambos fallecieron en pocos minutos.

El autor del ataque llamado Gavrilo Princip era un nacionalista serbio de 18 años de edad. Los restantes implicados también fueron detenidos esa misma mañana.

 

El episodio era de enorme gravedad, y así lo percibieron las autoridades de Serbia conscientes de la inevitable reacción que se suscitaría en Austria-Hungría. Procediendo entonces rápida y draconianamente por iniciativa propia los implicados visibles fueron sometidos a juicio sumario resultando casi todos condenados a muerte y ahorcados en menos de un mes. Excepción hecha del ejecutor material Princip quien era menor de edad y a quien se le diagnosticó una enfermedad pulmonar, sustituyendo su pena por la de veinte años de reclusión.

 

El Estado serbio frente al hecho se había allanado a todas las exigencias que le fueron requeridas en ultimátum por Austria-Hungría. Aparentemente su gravedad indiscutible quedaba circunscripta a un conflicto regional en los Balcanes, una zona tradicionalmente inestable y violenta, pero las cosas no quedaron allí. El imperio Austrohúngaro considero insuficiente la respuesta al no haber intervenido sus propios funcionarios policiales en la investigación previa, alegando que detrás había manos ocultas. Su respuesta final entonces fue la declaración de guerra a Serbia.

 

A más de un siglo de distancia hay todavía cuestiones que no resultan totalmente aclaradas. Solo queda nítidamente a la vista la autoría material de Princip y esos dos disparos en Sarajevo. El torbellino de hechos que se desato después sepulto todo el tramado de intrigas y complicidades anteriores o las envió a un cono de sombras adonde aún permanecen.

 

Ante la inminencia del ataque de Austria-Hungría a su territorio Serbia recurrió al protector de los pueblos eslavos en caso de ser agredidos por Estados germánicos u otomanos, el Zar Nicolás II de Rusia.

Este no dudo en intimar a Austria-Hungría bajo apercibimiento de recurrir a la guerra que detuviera su acción militar y Viena antes de verse cercada recurrió a su vez al Káiser de Alemania Guillermo II, el que presto su acuerdo para la represalia austriaca en los Balcanes.

Con velocidad inusual para la época estival europea sucesivamente se fueron alineando las potencias de la época a fin de honrar los pactos de mutua asistencia en caso de guerra.

La III República Francesa adhirió a la Rusia Zarista autocrática y la Monarquía parlamentaria británica ratifico esa adhesión. A las potencias centrales, Alemania y Austria-Hungría se le sumó el ya decadente Imperio Otomano. Y en poco más de un mes el primer escenario de confrontación quedo armado, cediendo la diplomacia su lugar a las armas. ¿Había razones de tanto peso para que un conflicto regional grave, pero de menor escala desencadenara una conflagración de tamaña envergadura? Evidentemente las causas existieron y son razones que a un siglo deben tomarse en cuenta para cada uno de los implicados en orden secuencial. Fue a la Alemania del Káiser, a cuyo militarismo exacerbado se le ha atribuido siempre la mayor responsabilidad por la contienda. Pero debe tenerse en cuenta que la misma se estaba gestando desde por lo menos un lustro antes. Y que Alemania no era la única potencia que en el ambiente frívolo y dieciochesco de la Europa de la Belle Epoque se preparaba para ella. Aunque su incremento en la botadura de nuevos navíos de guerra de creciente tonelaje que le permitirían rivalizar y aun superar a la primacía naval inglesa eran un claro indicio.

Por otra parte, el premonitorio Informe Crowe (por Sir Alexander Wichart Crowe), en 1907 ya anticipaba la inevitabilidad del enfrentamiento -al menos naval- entre Alemania y la Gran Bretaña, tal como en el pasado había ocurrido con España en tiempos de Felipe II o con el Bloqueo Continental intentado por Napoleón I después de Trafalgar (citado por el analista mexicano Alfredo Jalife Rahme a raíz de un trabajo publicado por Henry Kissinger).

A lo que debería agregarse algo menos conocido, pero igualmente preocupante para los intereses británicos, era la anunciada concreción del ferrocarril de gran trocha que uniría Berlín con Bagdad y los estratégicos campos petroleros de Medio Oriente lo que perjudicaría notoriamente su influencia en los Balcanes y en la región “al este del Canal de Suez” usando una expresión británica de la época. El último enclave ferroviario alemán en los Balcanes se encontraba sugestivamente en territorio serbio.

Por su parte para la Rusia de Nicolás II la guerra lo podía redimir de las secuelas traumáticas de otra pérdida bélica ignominiosa la de 1904 contra Japón. Y también de las brutales represiones internas sucedidas después contra el pueblo ruso harto del despotismo y la corrupción del régimen. Cumplir una cruzada en ayuda de otro pueblo eslavo al cual históricamente Rusia siempre había apoyado era una forma de escapismo que podía ser muy bien aprovechado para neutralizar los reclamos crecientes de liberalización interna.

En su obra El Dr. Zhivago Boris Pasternak el autor ruso que vivió la entraña de ese conflicto pone en boca de uno de sus personajes el siguiente razonamiento que es toda una elocuente imagen de la política rusa de ese momento. En él dice un personaje, Andreievich Zhivago, hermano del protagonista, que era un militante secreto del clandestino partido comunista de ese momento: “…para los burgueses esta es una guerra entre los aliados y Alemania, para los bolcheviques es una guerra entre los aliados y la alta burguesía alemana, no interesa quien pueda ser su ganador. Toda Europa quiere la victoria. La misión del partido es organizar la derrota, a través de ella vendrá la revolución. Y la revolución será nuestra victoria. El partido ha ordenado hablar con los campesinos y ellos no quieren oírnos. La mayoría de ellos usaba su primer par de botas, cuando las botas estén gastadas quizá quieran escucharnos.” (DOCTOR ZHIVAGO- Boris Pasternak LIT.)

Pero quizá en donde la llamada a filas encontró un eco más incontrastable fue en la Francia de la III República. La herida al honor nacional francés producida por su derrota de 1870 ante Prusia teñía de color los carteles de propaganda que clamaban “¡a Berlín! ¡a Berlín!!”, o aquellos que pedían reutilizar elementos metálicos desechados “AVEC VOTRE FERRAILLE…. “Con vuestro hierro viejo forjaremos el acero victorioso”. El ánimo belicista se expresaba en todas las capitales de Europa con fanfarrias y marchas bulliciosas. Y todos desde las cúpulas del poder hasta las capas más humildes de la sociedad se auto convencían que la guerra sería corta y terminaría también con ambiente festivo.

A su vez con una gran cuota de candidez suponían que todos triunfarían y todos brindarían por la victoria. En 1915 Italia ingresó a la guerra y en 1917 lo hizo EE.UU. A escala planetaria el desengaño sería muy duro para muchos.

Como era de esperarse las primeras acciones bélicas se suscitaron en agosto de 1914 en los Balcanes. Y contra lo esperado las tropas austrohúngaras, a las que se le pronosticaba un éxito anticipado, fueron sorprendidas por el ejército serbio en el periodo inicial del conflicto. En la oportunidad el propio septuagenario rey de Serbia Pedro Karageorgevich se presentó en el campo de batalla, con el mismo fusil que había usado de joven, diciendo a sus decaídas tropas: “el que dude de la victoria que se retire, yo me quedaré igual a pelear”.

Y así la primera acción de guerra ocurrió el 31 de junio en el puente ferrocarrilero Zinovy-Belgrad en la frontera con Austria, paso obligado del ferrocarril a construirse. El que era custodiado por tropas húngaras del Rgto.11 de infantería imperial. Resultando muerto por las balas de los serbios un soldado de nombre Pal Kovac y herido un teniente de nombre Janos Kneler, cuando quiso dar la alarma del ataque por teléfono, los que fueron las primeras víctimas de la contienda.

Pero la guerra que se iniciaba no fue un acto caballeresco, ni voluntarista, ni romántico. Cuando la ilusión de la victoria en breve se esfumó para todos y las mortandades se hicieron realidad en todos los frentes apareció en toda crudeza su rostro verdadero. Y todos los implicados recurrieron a la ciencia para darle, a cualquier costo, un pronto resultado a favor del bando propio.

Pocos años antes el hombre había empezado a dar sus primeros pasos en la aviación y la tecnología del vuelo. Pero no tardó en convertirlas en arma convirtiendo también al cielo en otro frente de batalla. La química alemana, la más avanzada del mundo, desarrolló para el remedio de las infecciones de guerra importantes avances en el campo de las sulfamidas. Pero también para lograr una victoria rápida desarrolló las técnicas de uso de los gases tóxicos para la guerra. Por un lado, se trabajaba para sanar al hombre y por otro se intentaba eliminarlo como una plaga. Unos años antes, en 1899, en La Haya todas las potencias de la época habían prohibido su uso. Sin embargo, partir de 1916 todos los beligerantes la usaron por igual.

En el caso alemán su gran promotor el científico Fritz Haber asistía personalmente a los frentes de guerra, tanto orientales como occidentales, a fin de constatar la efectividad de los productos usados.

No es del caso abundar en un tema vastamente tratado como lo fue el desarrollo de las acciones militares de la conflagración iniciada en 1914 y su larga lista de horrores. Seguramente bastará tal vez recordar el costo humano que pagó la humanidad por aquella hecatombe que fue alrededor de 20 millones de muertos, en su mayoría civiles alistados. Y un número también elevado de mutilados y ciegos en todos los bandos.

Y quizá sea mejor incursionar en otro aspecto mucho menos conocido de la contienda como fue la suerte de algunos de los protagonistas de distinta importancia que algo tuvieron que ver en ella y algunos reacomodamientos geopolíticos sobre los que no se ha hablado tanto.

La organización secreta la Mano Negra, propiciadora del hipernacionalismo serbio a través de atentados y crímenes políticos y a la que siempre se le atribuyó responsabilidad en el magnicidio de junio de 1914 en Sarajevo, fue disuelta en 1917 por el gobierno serbio incapaz de controlar sus intrigas y por entonces exiliado con su ejército en Bulgaria. Y su jefe visible un Capitán de su estado mayor llamado Dragutin Dimitrievic fue ajusticiado. Por entonces Gavrilo Princip, el autor material de los disparos de 1914, estaba preso en una cárcel en Theresienstadt donde falleció de tuberculosis olvidado de todo el mundo en abril de 1918, apenas unos meses antes del fin de la hecatombe iniciada cuatro años antes.

De la misteriosa organización casi todos sus miembros finalizaron cruentamente sus vidas. Y otros por el contrario desaparecieron del escenario público sin dejar muchos rastros, dejando también muchas sospechas de su utilización solapada por intereses ajenos a la misma.

El Rey Pedro Karageorgevic de Serbia sobrevivió a la guerra y en diciembre de 1918 a poco de finalizar la misma se proclamó a sí mismo como Pedro I “rey de los serbios, croatas y eslovenos”. Durando en el trono hasta su muerte en 1921. La monarquía instaurada por Pedro I lo sobrevivió bajo el reconocimiento de la Sociedad de Naciones, creada al final de la guerra mundial, pero sin conformar nunca a ninguno de sus forzados súbditos croatas, eslovenos y montenegrinos que siempre la vieron como una máscara del predominio forzado de Serbia. Estallando más de una vez en cruentos enfrentamientos a lo largo de un siglo, como las periódicas erupciones de un volcán en los Alpes Dináricos.

El científico alemán Fritz Haber, el mismo que controlaba la producción masiva de gases tóxicos para la guerra, en virtud de su enorme capacidad científica en la química se hizo acreedor al Premio Nobel de la especialidad en 1918 y al recibirlo expresó: “en ninguna guerra venidera los militares podrán ignorar los gases tóxicos, que son una forma superior de matar”. Es difícil imaginar que hubiera pensado de todo esto Alfred Nobel el inventor de la dinamita, a cuyo cargo de conciencia se debe como fruto la fundación que lleva su nombre destinado a remediar en algo al menos los males de la guerra y de todas las formas de matar.

Exitoso y reconocido por el mundo científico de la época sin embargo Haber no gozo de una vida personal feliz. En plena guerra su esposa también química pero tenaz opositora de su cónyuge, presa de un ataque de depresión se suicidó en 1915 frente a Hermann el hijo de ambos. Finalizada la guerra Haber se radicó en Suiza falleciendo de muerte súbita en 1934. Unos años después en 1946 su hijo emigrado a EE.UU se suicidó como su madre.

La Kaiserliche Marine, la flota de alta mar de Guillermo II que tantos desvelos había ocasionado al almirantazgo británico, a raíz del status de derrotada de la Alemania imperial fue conminada en 1919 a su entrega en el puerto militar británico de Scapa Flow.

Pero el embargo no pudo concretarse, las tripulaciones alemanas antes de entrar cautivas a puerto barrenaron a casi todas las naves e inutilizaron sus cañones. El temido rearme naval alemán quedó neutralizado, pero nadie recibió algo más que despojos de ellos.

Obviamente el proyectado tendido ferroviario transbalcánico alemán de BERLÍN a BAGDAD quedó sin ninguna posibilidad de construcción y el espacio geográfico de Cercano Oriente fue repartido en sucesivas “zonas de influencia exclusiva”. Ello en base a los Acuerdos secretos Sykes-Picot de 1916 entre Francia que se quedó con Siria y Líbano y Gran Bretaña con la costa sur del Mediterráneo Oriental hasta el Estrecho de Ormuz.

Incluyendo para esta última el Mandato sobre Jerusalén y Palestina más el espacio de los futuros estados de Jordania, Irak y Kuwait, creados estos por los cartógrafos en base al favorecimiento de clanes árabes afines y siempre en base a la exclusiva tutela del interés petrolífero británico.

Extraña ironía, aquellos dos balazos de 1914 en Sarajevo habían detonado un conflicto de predominio imperial que desencadenó una hecatombe y que fue pagada con sangre por todos los pueblos implicados. Poco visibles y en las sombras permanecen aún sus presuntos provocadores iniciales.

Y a sus postrimerías y consecuencias son dos las regiones geopolíticamente claves siempre expuestas a todos los conflictos y siempre en situación políticamente inestable: LOS BALCANES y CERCANO ORIENTE. Situación que, ésta sí, a más de un siglo de distancia en estos mismos días es más visible que nunca.

Carlos Alberto Moreno Juarez

Director Responsable

Mangrullo al Sur

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